Panorama sectorial de la industria aseguradora (2° trim. 2025)
Autor: MAPFRE Economics
Síntesis de conclusiones del informe:
MAPFRE Economics
Panorama económico y sectorial 2025: actualización de previsiones hacia el segundo trimestre
Madrid, Fundación MAPFRE, abril 2025
Entorno de crecimiento global
El entorno macroeconómico en 2025 se inició con unas expectativas económicas moderadamente positivas, donde se proyectaba una desaceleración de la actividad económica suave y gradual junto a una inflación relativamente controlada. Todo esto propiciaba una progresiva flexibilización monetaria y una estabilización de las curvas de tipos de interés, ofreciendo un marco favorable para el desarrollo del sector asegurador a escala global. Sin embargo, a lo largo del primer trimestre del año la situación ha cambiado sustancialmente, con las políticas arancelarias iniciadas por la administración estadounidense, se ha introducido más inestabilidad en el marco económico mundial, afectando a las proyecciones de los periodos temporales más próximos. Esa caída en el crecimiento económico global influye destacadamente en el mercado asegurador, induciendo a la rebaja de las previsiones de crecimiento con sus respectivas diferencias según los ámbitos geográficos de aseguramiento.
Crecimiento nominal de las primas de seguros (2021-2026)
La evolución del crecimiento nominal de las primas de seguros a nivel global (véase Gráfica 1), refleja un ciclo de recuperación desigual entre los segmentos de Vida y No Vida, condicionado por la volatilidad macroeconómica, las oscilaciones cambiarias y los efectos de la inflación y la política monetaria global. Para los periodos futuros, se sugiere un retorno a la estabilidad nominal del mercado asegurador mundial tras años de alta volatilidad, con tasas de crecimiento esperadas en el entorno del 4% anual en el medio plazo. No obstante, esta aparente estabilidad podría ocultar tensiones estructurales, como la persistente brecha de aseguramiento en mercados emergentes, la presión sobre márgenes técnicos por el cambio climático, y la necesidad de adaptación del ramo de Vida a un entorno financiero más incierto.
Gráfica 1. Global: crecimiento nominal de las primas
(crecimiento nominal anual en USD, %)
A continuación, se hace un análisis más pormenorizado de cada periodo seleccionado:
1. Ciclo pandémico y pospandémico (2021–2023)
En 2021, se observa un crecimiento relativamente sólido tanto en Vida (5,0%) como en No Vida (6,0%), impulsado por el rebote económico tras el impacto inicial de la pandemia de COVID-19 y el efecto de la reapertura económica.
Sin embargo, 2022 marca una contracción significativa del ramo de Vida (-3,3%), atribuida en gran medida al endurecimiento de las condiciones financieras (subidas de tipos de interés) que afectaron negativamente al atractivo de los productos tradicionales de ahorro y vida riesgo. En contraste, el segmento No Vida mostró mayor resiliencia con un crecimiento del 4,4%, gracias al efecto inflacionario sobre los precios de las primas y la recuperación de líneas como salud o automóviles.
2023 representa un punto de inflexión: ambos ramos experimentan un repunte robusto, con un crecimiento del 6,2% en Vida y un notable 8,5% en No Vida. Este resultado puede explicarse por la normalización del ciclo económico, la adaptación del mercado a los nuevos tipos de interés y una mayor percepción de riesgo que incentivó la contratación de seguros.
2. Perspectivas moderadas a medio plazo (2024–2026)
Las previsiones para 2024 indican una moderación en el crecimiento: 5,1% para Vida y 4,2% para No Vida. Este ajuste refleja la esperada desaceleración económica global y una estabilización en los precios de las primas tras los picos inflacionarios anteriores.
Para 2025 y 2026 el crecimiento proyectado se mantiene en torno al 4% para ambos ramos, con pequeñas oscilaciones (Vida: 4,3% y 4,4%; No Vida: 3,9% y 4,0%) respectivamente. Esta estabilidad sugiere una vuelta a patrones más estructurales de crecimiento, alineados con el avance de la digitalización, el envejecimiento demográfico y la creciente exposición a riesgos sistémicos (climáticos, cibernéticos, sanitarios).
Contribución de los ramos de aseguramiento al crecimiento de las primas
Respecto a las contribuciones al crecimiento de las primas a nivel global, desagregadas por ramos de Vida y No Vida desde el primer trimestre de 2019 hasta finales de 2026 (véase Gráfica 2), se observa una fuerte aceleración del crecimiento total a lo largo de 2021, alcanzando un pico en el segundo trimestre de ese año (9%), impulsado por el ramo de Vida, lo cual sugiere un efecto rebote postpandemia, vinculado posiblemente al aumento de la demanda de productos de protección y ahorro. Esta fase de recuperación contrasta con la contracción de 2022, donde el crecimiento Total cae e incluso llega a ser negativo en algunos trimestres, con Vida mostrando una contribución netamente negativa. Por el contrario, el ramo de No Vida mantiene una contribución positiva y sostenida al crecimiento, incluso durante fases de desaceleración. Este patrón refleja la resiliencia estructural del ramo, que suele estar más vinculado al ciclo económico (seguros de autos, salud, hogar) y muestra menor volatilidad frente a shocks financieros. Su papel estabilizador es particularmente visible en 2022, donde evita una caída mayor del crecimiento total.
Gráfica 2. Global: contribución de los ramos de aseguramiento
al crecimiento de las primas
A partir de 2023 se inicia una senda de recuperación moderada pero más estable. Aunque el ramo de Vida se recupera, su contribución es más contenida y variable, mientras que No Vida sigue actuando como motor principal del crecimiento. Para el bienio 2025–2026, las previsiones apuntan a un crecimiento sostenido de entre 4% y 6%, con una participación más equilibrada entre ambos ramos, lo cual sugiere una reconfiguración del portafolio global de seguros hacia una mayor diversificación.
Para completar, haremos un análisis de las contribuciones al crecimiento de las primas de Vida por regiones económicas:
La contribución al crecimiento de las primas Vida por regiones económicas (véase Gráfica 3), se observa una fuerte volatilidad, especialmente vinculada a la pandemia de COVID-19 y a sus efectos económicos. Desde mediados de 2023, la tendencia global se vuelve positiva y más equilibrada. A partir de 2024 se observa una dispersión más contenida en las contribuciones regionales, lo que indica un crecimiento más sincronizado a escala global. Se espera que esta normalización se consolide en el periodo 2025-2026, con aportes positivos desde prácticamente todas las regiones, incluyendo la América Latina y Europa, Oriente Medio y África, que históricamente mostraban contribuciones más volátiles.
Gráfica 3. Global: contribución al crecimiento de las primas
Vida por regiones económicas
Hay que destacar cómo la Unión Europea y Reino Unido, presentan contribuciones fuertemente negativas, especialmente entre 1Q22 y 1Q23, restando significativamente al crecimiento global de las primas Vida (hasta -9% trimestral en algunos momentos). Esta caída puede explicarse por los bajos tipos de interés, presión regulatoria, y cambios de comportamiento del ahorro.
Norteamérica muestra una contribución positiva constante a lo largo de todo el período, destacando especialmente entre 2020 y 2021. Su capacidad para sostener el crecimiento incluso durante los trimestres de mayor disrupción global posiciona a esta región como un estabilizador estructural del mercado de seguros Vida. Esta evolución se puede asociar a políticas monetarias y fiscales expansivas en EE. UU. y al fuerte componente de ahorro-previsión en el segmento Vida.
China presenta también un papel protagónico, con contribuciones generalmente positivas, aunque irregulares, especialmente entre 2019 y 2021. Sin embargo, sus aportaciones al crecimiento pierden impulso a partir de 2022, coincidiendo con la desaceleración estructural de su economía y tensiones en el mercado inmobiliario.
Por su parte, la Asia emergente (ex China) contribuye de forma positiva pero modesta, reflejando el potencial de expansión, aunque aún limitada por cuestiones de desarrollo financiero y penetración del seguro.
Las regiones de Asia desarrollada y Oceanía, y América Latina, tienen un peso menor en términos absolutos, pero su comportamiento es relevante para entender la dinámica estructural del seguro Vida en economías en transición o maduras con bajo crecimiento demográfico. Sus contribuciones, si bien modestas, se vuelven positivas en el tramo final del horizonte analizado, acompañando la recuperación general del sector.
En resumen, se evidencia cómo el crecimiento global de las primas de Vida está condicionado por la dinámica regional, donde Norteamérica y China han sido los principales motores, y donde la recuperación post-COVID muestra una tendencia hacia una mayor diversificación geográfica. Este patrón sugiere una oportunidad para reforzar la resiliencia del mercado global mediante políticas que fomenten la estabilidad macroeconómica, el desarrollo financiero y la inclusión aseguradora en las regiones aún subrepresentadas.
Respecto al crecimiento de las primas No Vida por regiones económicas (véase Gráfica 4), el análisis desglosado sería el siguiente:
Gráfica 4. Global: contribución al crecimiento de las primas
No Vida por regiones económicas
Norteamérica, ha sido el mayor contribuyente al crecimiento global de las primas No Vida durante todo el período. Su contribución ha sido positiva de manera constante y especialmente destacada entre 1Q21 y 1Q22, donde el crecimiento superó los 6 puntos porcentuales. Esta tendencia refleja tanto el tamaño del mercado estadounidense como la recuperación económica tras la pandemia, impulsada por políticas fiscales expansivas, el endurecimiento de tarifas en líneas comerciales y la revalorización del riesgo frente a fenómenos climáticos extremos.
La UE y el Reino Unido muestran una trayectoria irregular, con contribuciones negativas destacadas en 1Q22 y 2Q22, posiblemente relacionadas con la ralentización post-pandemia, la guerra en Ucrania, la alta inflación y las presiones sobre el poder adquisitivo de los hogares. Sin embargo, a partir de 2023 su recuperación es evidente, aunque modesta, indicando una estabilización del entorno económico y una posible reactivación de los seguros personales y comerciales.
En cuanto, a China y Asia emergente han mantenido una contribución constante y ligeramente positiva, sin llegar a ser motores relevantes del crecimiento global. En el caso de China, esto puede reflejar un mercado No Vida ya maduro y las dificultades estructurales de su economía, mientras que en Asia emergente las contribuciones son pequeñas debido al menor peso del sector asegurador en sus economías.
El grupo conformado por Europa, Oriente Medio y África ha mantenido una contribución marginalmente positiva, destacando su estabilidad a lo largo del tiempo, aunque sin protagonismo claro. Esto refleja mercados fragmentados y, en muchos casos, con bajo grado de penetración aseguradora.
En el caso de América Latina se muestra una leve mejora a partir de 2023, después de la pandemia Covid-19 con impacto económico significativo. Las contribuciones positivas recientes pueden deberse a la normalización económica, la digitalización de canales de distribución y la mayor concienciación de riesgos entre la población.
Por último, las economías de Asia desarrollada y Oceanía aportan de forma marginal al crecimiento global. Su comportamiento estable pero limitado sugiere que, aunque se trata de mercados maduros, el crecimiento en primas No Vida está más vinculado a reajustes de tarifas que a expansiones estructurales.
En el horizonte de previsiones (2025–2026), se anticipa una estabilización en los patrones regionales. Norteamérica seguirá liderando el crecimiento, mientras que Europa y Asia emergente consolidan su recuperación. No se proyectan grandes saltos en la contribución de otras regiones, lo que sugiere que el dinamismo del sector No Vida seguirá concentrado en economías maduras con reajustes tarifarios y exposición a riesgos climáticos crecientes.
En definitiva, se evidencia que el crecimiento global de las primas No Vida está fuertemente apalancado en Norteamérica, con un segundo grupo de regiones (UE, China, Asia emergente) que contribuyen de forma más moderada. Las disparidades regionales reflejan tanto diferencias estructurales en el desarrollo asegurador como el impacto de factores macroeconómicos y climáticos. Esta lectura permite anticipar oportunidades para el sector en regiones con bajo crecimiento relativo, como América Latina o África, donde la brecha de protección continúa siendo significativa.
Como corolario final, y atendiendo a las consideraciones estructurales, se podría decir que existe un patrón mixto, donde se constata un liderazgo cíclico de Vida en momentos de expansión, y una estabilidad estructural en No Vida que amortigua caídas y garantiza un crecimiento más regular del mercado asegurador global. Esa evolución dispar entre Vida y No Vida subraya la distinta sensibilidad cíclica y financiera de ambos segmentos; El aseguramiento de los productos de Vida responde con mayor fuerza a los tipos de interés y las expectativas de ahorro a largo plazo; mientras que el segmento de No Vida es más reactivo a la inflación de costes y a la demanda inmediata de protección. La industria aseguradora deberá continuar fortaleciendo su capacidad de innovación, gestión del riesgo y diversificación regional para sostener el crecimiento real ajustado por inflación en los próximos años.
En el siguiente enlace puede encontrar un detalle de los cuadros macroeconómicos y de crecimientos de primas del mercado asegurador en 2025 y 2026 a nivel regional y para una selección de los principales mercados aseguradores el informe Panorama económico y sectorial 2025: actualización de previsiones hacia el segundo trimestre, elaborado por MAPFRE Economics.