Panorama sectorial de la industria aseguradora (2º trim. 2022)

Autor: MAPFRE Economics

Síntesis de conclusiones del informe:
MAPFRE Economics
Panorama económico y sectorial 2022: perspectivas hacia el segundo trimestre
Madrid, Fundación MAPFRE, mayo 2022

La revisión a la baja generalizada de las estimaciones del crecimiento económico mundial, la inflación y el aumento de la incertidumbre por el conflicto en Ucrania están ensombreciendo el panorama para el desarrollo del negocio y de la rentabilidad del sector asegurador en 2022, en un entorno de elevada volatilidad en los mercados financieros. La guerra en Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia por la invasión han venido a agravar algunos de los principales problemas generados por el proceso de reapertura económica, tras las peores fases de la pandemia, que todavía continúa golpeando a algunos países como es el caso de China.

La inflación erosiona los márgenes empresariales y el poder adquisitivo de los hogares, lo que hace complicado trasladar a los precios de los seguros el aumento de los costes de las reclamaciones y demás gastos de las entidades aseguradoras. Las correcciones tanto en el mercado de bonos como en los principales índices de renta variable pueden afectar de forma negativa al balance y a la posición de solvencia de aquellas entidades aseguradoras que no hayan gestionado adecuadamente estos riesgos.

En cuanto a las distintas líneas del negocio asegurador, es de destacar que las disrupciones en las cadenas de suministros siguen lastrando las nuevas matriculaciones de vehículos, repercutiendo de forma negativa en el negocio de los seguros de autos. Sin embargo, algunas líneas de actividad como los seguros de salud y de vida riesgo continúan viéndose beneficiadas de una mayor sensibilidad al riesgo de enfermedad y fallecimiento, a consecuencia de la pandemia y de la guerra, especialmente en los mercados donde los sistemas sanitarios públicos son más débiles o continúan saturados. Otros segmentos de negocio importantes como son los multirriesgo relacionados con la propiedad, el comercio o la industria siguen mostrando su resistencia característica en este tipo de situaciones.

Respecto a los seguros de Vida, la persistencia de una inflación más alta de lo previsto está motivando un endurecimiento de la política monetaria en gran parte de los mercados tanto desarrollados como emergentes (con alguna excepción, como es el caso de China), con subidas de tipos de interés que favorecen el desarrollo de los seguros de Vida vinculados al ahorro y rentas vitalicias tradicionales, aunque en muchos mercados persisten situaciones de tipos de interés reales negativos unidas a una inflación más alta y duradera de lo esperado, lo que puede erosionar la capacidad de ahorro de los hogares, reduciendo la demanda de este tipo de productos que no pueden ofrecer una garantía de tipos suficiente que permita compensar la pérdida de poder adquisitivo a consecuencia del proceso inflacionista.

En la Eurozona y en los Estados Unidos el fuerte repunte y la persistencia de la inflación (7,5% y 8,5% en el mes de abril, respectivamente) están motivando un endurecimiento en la política monetaria por parte del Banco Central Europeo y en mayor medida de la Reserva Federal de los Estados Unidos, lo cual se ha visto reflejado en las curvas de tipos de interés libres de riesgo producidas por la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones – EIOPA (véanse las Gráficas 1 y 2).

En este sentido, en su reunión de abril el Banco Central Europeo, si bien decidió mantener los tipos de interés a corto plazo en los niveles actuales (0% las operaciones principales de financiación y -0,5% la facilidad de depósito), entró en un contexto de reducción más acelerada de lo esperado de los programas de adquisiciones netas de activos, dando señales de posibles subidas de tipos de interés que podrían producirse este mismo año. Así, se prevé que el incremento en el volumen de compras netas de bonos soberanos y corporativos finalice entre los meses de julio y septiembre, con subidas de tipos que empezarían “algún tiempo después” del final del programa de compras netas y serían en todo caso graduales, todo ello dependiendo de los datos que se vayan produciendo.

Por su parte, la Reserva Federal de los Estados Unidos elevó los tipos de interés en su última reunión del mes de mayo en 50 puntos básicos hasta dejarlos en el rango del 0,75%-1% y se prevé que continúe subiéndolos en las próximas reuniones entrando además en un proceso de reducción de su balance en un importe que se incrementará hasta alcanzar los 95 mil millones de dólares mensuales en el mes de septiembre en un proceso conocido como “quantitative tightening” o QT (reducción mensual de 60 mil millones de bonos soberanos y 35 mil millones de bonos corporativos respaldados con hipotecas que la Reserva Federal mantiene en su balance).

Por otra parte, el panorama para los seguros de Vida en los que el tomador asume el riesgo de la inversión se ha complicado a consecuencia de los retrocesos y la alta volatilidad de los mercados de valores que dificultan su comercialización, lo que obligará a las entidades aseguradoras a adaptar sus productos a un nuevo entorno con correcciones y mayor volatilidad en la renta variable y en el que los tipos de interés libres de riesgo y las primas de riesgo en la renta fija se están elevando ante la incertidumbre económica y la retirada de los estímulos monetarios por parte de los bancos centrales, con unos diferenciales más alineados al riesgo de crédito de las emisiones, por lo que se prevé que el mercado de bonos (soberanos y corporativos) irá adquiriendo un mayor protagonismo.

Por otro lado, gran parte de los países emergentes continúan profundizando en su política monetaria restrictiva con fuertes subidas de tipos de interés en su lucha contra la inflación, como es el caso de Brasil y México (véanse las Gráficas 3 y 4). Estas subidas de tipos unidas al nuevo contexto geopolítico están llevando a revisiones a la baja en sus expectativas de crecimiento económico lo que se trasladará al desarrollo del negocio asegurador, si bien están generando un entorno de tipos de interés más favorable para el desarrollo del negocio de Vida ahorro y de rentas vitalicias tradicionales al poder comercializar productos que ofrecen mayores rentabilidades para protegerse contra la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación. Sin embargo, la erosión en la renta disponible de los hogares que conlleva el proceso inflacionario puede reducir la demanda de este tipo de productos.

En España, se ha producido una rebaja sustancial en las expectativas de crecimiento económico para 2022 en 1,3 puntos porcentuales hasta situarse en el 4,2% frente al 4,5% de 2021. Esto supone que la economía española sufrirá una desaceleración en su crecimiento y no alcanzará el nivel anterior a la pandemia hasta 2023. La evolución de la pandemia está siendo favorable, repercutiendo de forma positiva en sectores importantes para la economía española como es el turismo, pero el aumento del precio de la energía y de los alimentos ha motivado un fuerte repunte de la inflación. El consumo privado y la inversión (con la ayuda de los fondos europeos) continúan recuperándose, pero pierden impulso por la elevada incertidumbre unida a la pérdida de poder adquisitivo de los hogares y a la caída en los márgenes empresariales a consecuencia de la inflación, lo que puede restar dinamismo al desarrollo del negocio del mercado asegurador y erosionar su rentabilidad, elevando la presión sobre los precios de los seguros. La escasez de suministros continúa ralentizando los niveles de producción del sector automovilístico, lastrando las exportaciones y las nuevas matriculaciones de vehículos, situación que se ha agravado a consecuencia de la invasión de Ucrania, por lo que el negocio de los seguros de autos seguirá sufriendo esta situación y se ha elevado la incertidumbre en cuanto a su posible recuperación en los próximos meses.

El negocio para los seguros de Vida vinculados al ahorro en España continuará marcado por el entorno de bajos tipos de interés, aunque la situación comienza a presentar una ligera mejoría por el cambio de orientación de la política monetaria del Banco Central Europeo lo que está elevando la curva de tipos de interés de mercado del bono soberano español que ha salido del terreno negativo en todos sus plazos superiores al año y comienzan a ofrecer una cierta prima por plazo positiva. Sin embargo, los tipos de interés nominales continúan en niveles inferiores a la inflación, generando un entorno de tipos de interés reales negativos por lo que la previsión es que las primas de los seguros de Vida ahorro y rentas vitalicias tradicionales todavía queden lejos de los niveles precrisis. La renta variable, que venía siendo una alternativa para protegerse contra el entorno de bajos tipos de interés y el repunte de la inflación, ha sufrido caídas y un repunte en su volatilidad a consecuencia de la guerra en Ucrania, lo que viene a complicar el panorama para el desarrollo de los productos de seguros de Vida en los que el tomador asume el riesgo de la inversión.

El análisis completo en torno a las perspectivas económicas y sectoriales con información adicional y gráficos interactivos sobre la Eurozona, Alemania, Italia, España, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, México, Argentina, Turquía, Japón, China y Filipinas puede encontrarse en el informe Panorama Económico y Sectorial 2022: perspectivas hacia el segundo trimestre, elaborado por MAPFRE Economics y que se encuentra disponible en el siguiente enlace.

 

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